Carlos Soto.
La inteligencia artificial (IA) está transformando los sistemas judiciales en todo el mundo. Jueces y abogados ya utilizan herramientas tecnológicas para resumir y redactar documentos, clasificar asuntos o traducir resoluciones.
Un reciente informe de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la independencia de magistrados y abogados, Margaret Satterthwaite, advierte que la adopción de estas tecnologías debe hacerse con cautela y siempre bajo principios de derechos humanos.
El documento, presentado ante la Asamblea General de la ONU el 16 de julio de 2025, se titula “La inteligencia artificial en los sistemas judiciales: promesas y escollos”, cuyo mensaje principal podría ser este:
“El derecho a un tribunal independiente e imparcial requiere el acceso a un juez humano, y el derecho a la asistencia letrada requiere un abogado humano.”
Riesgos y advertencias
La Relatora advierte contra el tecnosolucionismo, la idea de que la tecnología puede resolver por sí sola los problemas de la justicia. La IA, señala, puede agilizar procesos y ampliar el acceso a la información jurídica, pero también reproduce sesgos, comete errores, y amenaza la independencia judicial si se utiliza sin controles adecuados.
Entre los riesgos señalados destacan:
- La opacidad de los algoritmos y su “caja negra”, que impide conocer cómo se toman las decisiones.
- La posible influencia de gobiernos o empresas privadas sobre los sistemas judiciales automatizados.
- La sustitución de abogados y jueces por programas informáticos, especialmente en países con escasos recursos.
- La desigualdad tecnológica entre el Norte y el Sur global, que podría ampliar la brecha de acceso a la justicia.
Usos legítimos y prudentes
El informe también reconoce que la IA puede tener usos positivos cuando se emplea con responsabilidad. Por ejemplo, al traducir documentos, elaborar resúmenes en lenguaje sencillo o detectar patrones en datos judiciales para mejorar la gestión de casos.
En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha desarrollado el sistema Sor Juana, que traduce resoluciones a lenguaje claro, lo que representa un avance hacia la transparencia y la comprensión pública del derecho.
Un principio innegociable
Para las Naciones Unidas, la justicia no puede quedar en manos de máquinas. Toda innovación debe respetar la dignidad humana, la rendición de cuentas y la independencia judicial. La tecnología puede ser una herramienta útil, pero no un sustituto del razonamiento humano ni del juicio ético que exige impartir justicia.
El documento lo puedes consultar en este link.